Infecciosas / Hepatitis
Última actualización: 10/08/2017
Son numerosos y bien conocidos los efectos beneficiosos de la pérdida de peso en pacientes con sobrepeso u obesidad. Autor: Lic. Cristina Maceira Los más relevantes y con mayor impacto sobre calidad de vida y disminución de la mortalidad se centran en la mejoría de patologías como hipertensión, diabetes, dislipemia, etc. Sin embargo, existe una patología silenciosa y poco jerarquizada entre los problemas de un paciente obeso que es la esteatosis o ¨hígado graso¨. Se refiere a una enfermedad del hígado caracterizada por acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas (hepatocitos). Cuando este cuadro se acompaña de inflamación (hepatitis) no relacionada al consumo de alcohol, se denomina esteatohepatitis no alcohólica. Al lo largo de su evolución puede progresar hasta llegar a la cirrosis. Constituye una de las principales causas de enfermedad hepática por su estrecha asociación con la obesidad y la alta prevalencia de ésta. Los hallazgos son alentadores y probablemente sumen otro beneficio (a los ya conocidos) a la reducción de peso en pacientes obesos con indicación de tratamiento quirúrgico. El gran impacto de la disminución de peso sobre el compromiso hepático disminuye sensiblemente el riesgo de progresión de los cambios inflamatorios y por ende la aparición de fibrosis (cirrosis). No obstante, en primera instancia debemos jerarquizar y maximizar los múltiples efectos positivos de la reducción de peso en pacientes con obesidad, que sigue siendo la vía final común para la modificación y control de todos los factores de riesgo. La pérdida de peso mejorando la calidad y cantidad de alimentos, la incorporación de hábitos de vida saludables, como descansar entre 7 y 8 horas, no fumar y prácticar alguna actividad física, ha demostrado la notable mejoría de esta afección.
Subscribite y enterate al instante de todas las noticias de nuestro sitio.
SubscribirseCentro de seguimiento de pacientes con patologías crónicas prevalentes.
Ingresar