Fecha creación: 09/08/2017
Cuando se produce algún grado de desnutrición en los niños, es necesario conocer algunas estrategias que permitan agregar más nutrientes y calorías en poco volumen de alimentos. Autor: Lic. Cristina Maceira Los alimentos para el tratamiento de la desnutrición infantil deben estar incluidos en una dieta hipercalórica e hiperproteica contra esta deficiencia alimentaria. La incorporación diaria de proteinas de origen animal, de diferentes maneras, como carnes, quesos, huevo, permiten su recuperación. La desnutrición puede deberse a multiples factores: Por una mala y/o baja ingesta de alimentos. Por presencia de alguna enfermedad de base como por ejemplo reflujo gastroesofágico, Celiaquía, Intolerancias o alergias alimentarias, cáncer, quemados, etc. Uno de los principales síntomas es la falta de apetito, de interés por los alimentos, la rápida saciedad, la negativa del niño a las ingestas. Por lo cual es importante lograr preparaciones de poco volumen, de fácil digestibilidad, atractiva en colores y consistencias para que llame su atención y acepte su incorporación. La selección de alimentos también va a depender de la edad del niño y grado de apatía a la alimentación: Leche: Entera, se le puede agregar azúcar, fécula de maíz, sémola, avena, miel, huevo, clara de huevo batida, crema de leche, en forma de licuados de frutas, con arroz, cereales, en flanes y postres de leches. Se puede agregar leche en polvo a distintas preparaciones (rellenos, budines, licuados, postres, etc). Yogur: Entero frutado, con crema, con el agregado de azúcar, miel, crema, etc. Huevo y agregado de claras: Entero, o las claras a todas las preparaciones que las acepte, ya que aporta proteinas de buena calidad. Incorporar en preparaciones, saladas, con arroz, en puré, en budines, salsa blanca, en la sopa, picado en distintas preparaciones. Batido a punto nieve con azúcar, en postres, con frutas, en licuados, merengues, etc. Carne: De vaca, pollo o pescado, preferentemente picada o cortada en trozos pequeños, mezclados con puré, sopas y huevo. También en rellenos, milanesas, albóndiguitas, hamburguesas caseras, etc. Vegetales: Todos, preferentemete papa, batata, maíz, zanahoria. Calabaza, cocidos con agregado de aceite, salsa blanca, huevo, queso tipo crema, crema de leche, en puré, budines, rellenos. Evitar los vegetales crudos. Frutas: Todas, preferentemente ralladas, cocidas, sin cáscara, con azúcar, miel, jalea, mermelada o dulce, clara de huevo batida, queso crema, crema de leche, en ensaladas de frutas. También pasas de uva en tortas, rellenos y frutos secos, nueces, avellaneda, almendras, en tortas, rellenos, solos. Cereales: Avena, sémola, fécula de maíz, harina de maíz, preparados con leche. Arroz, fideos con el agregado de aceite, queso fresco rallado, huevo, salsa blanca. Harinas, en masas, tortas dulces. Galletas o pan: Tostado, con el agregado de miel, manteca y azúcar, con queso untable, etc. Azúcar: Como agregado de todas las preparaciones que así lo permitan. Aceite: Como agregado de preparaciones. Crema de leche: En preparaciones saladas (purés, sopas, pastas, budines), dulces como tortas, galletas rellenas, con frutas, licuados, postres como flan, etc. Bebidas: jugos de frutas, licuados con el agregado de azúcar, crema, miel, leche, frutas secas (nueces, almendras, etc)
Fecha creación: 09/08/2017
La asimilación deficiente de alimentos por el organismo, conduce a un estado patológico de distintos grados de seriedad, de distintas manifestaciones clínicas, que se llama Desnutrición. Autor: Lic. Cristina Maceira El término Desnutrición, ha venido a simplificar extraordinariamente, la confusión y variedad de nombres, que existían en las distintas escuelas de Pediatría y que se usaban para denominar padecimientos semejantes. La palabra desnutrición señala toda pérdida anormal de peso del organismo, desde la más ligera hasta la más grave de lo avanzado del mal, pues igualmente se llama desnutrido a un niño que ha perdido el 15% de su peso, que al que ha perdido 60% o más, relacionando estos datos siempre al peso que le corresponde tener para una edad determinada, según las constantes conocidas. La desnutrición puede ser un trastorno inicial único, con todo el variado cortejo sintomático de sus distintos grados o puede aparecer secundariamente como síndrome asociado a lo largo de padecimientos infecciosos o de otra índole y, entonces sus síntomas y manifestaciones son más localizadas y precisas. La clasificación de los distintos grados de desnutrición: Llamamos desnutrición de primer grado a toda pérdida de peso que no pase del 25% del peso que el paciente debería tener, para su edad; llamamos desnutrición de segundo grado cuando la pérdida de peso fluctúa entre el 25 y el 40%, y, finalmente llamamos desnutrición de tercer grado, a la pérdida de peso del organismo más allá del 40%. Tratamiento Desnutrición del Primer Grado Si el médico ha hecho un buen diagnóstico etiológico valorizando cuidadosamente la historia de la alimentación aun en los detalles más mínimos, el tratamiento de la desnutrición de primer grado es sencillo y rápido, a menos que obedezca a infecciones incontrolables o a defectos congénitos imposibles de remediar. Si la causa es por sub-alimentación, como pasa en un 90% de los casos, basta completar las necesidades energéticas del paciente con una dieta apropiada para su edad y antecedentes, para que el niño recupere su peso, vuelva a su buen sueño, y a su ánimo feliz. Ningún medicamento, ninguna vitamina, son necesarios, sólo alimento digestible y suficiente y el éxito es rotundo. Se puede decir que 100% de pacientes se salvan si son correctamente tratados. Lo prioritario es el inmediato diagnóstico, para que el grado de desnutrición no avance y la recuperación sea total e inmediata. Por lo cual el control periódico médico en los niños es una prioridad, un derecho de los niños y una obligación de los adultos a cargo.
Fecha creación: 09/08/2017
La desnutrición durante los primeros 18 meses de vida produce deficiencias que podrían marcar el desarrollo psicofísico para toda la vida. Autor: Lic. Cristina Maceira. Las razones por las cuales un niño puede sufrir desnutrición estarían dadas por: Una baja ingesta de alimentos. Patologías de base como por ejemplo cáncer, quemados, etcétera. Los niños que padecen de desnutrición infantil suelen encontrarse: Sin fuerzas. Abúlicos. Apáticos. No tienen apetito. Por ello, es necesario poner en práctica la imaginación y tratar de hacer preparaciones vistosas, en la cual la comida entre por los ojos, para que luego entre por la boca. Estos niños deben hacer 6 o 7 comidas por día, ofrecer porciones muy chicas, de poco volumen y aprovechar los momentos en los cuales el niño sienta apetito. Qué alimentos se deben seleccionar para garantizar una mejor nutrición: Leche: Entera, se le puede agregar azúcar, fécula de maíz, sémola, miel, huevo, clara de huevo batida, crema de leche, en forma de licuados de frutas, con arroz, cereales, en flanes y postres de leche. Se puede agregar leche en polvo a distintas preparaciones (rellenos, budines, licuados, postres, etcétera). Yogur: Entero frutado, con crema, con el agregado de azúcar, miel, crema, etcétera. Huevo: Entero, sólo en preparaciones, saladas, con arroz, en puré, en budines, salsa blanca, en la sopa, picado en distintas preparaciones. Batido a punto nieve con azúcar, en postres, con frutas, en licuados, merengues, etcétera. El huevo es un alimento económico y muy completo nutricionalmente; agregar en todas las preparaciones posibles mejorará su nutrición. Carne: De vaca, pollo o pescado, preferentemente picada o cortada en trozos pequeños, mezclados con puré, sopas y huevo. También en rellenos, milanesas, albóndigas, hamburguesas, etcétera. Vegetales: Todos, preferentemente papa, batata, maíz, zanahoria. Calabaza, acelga, cocidos con agregado de aceite o manteca, salsa blanca, huevo, queso tipo crema, crema de leche, en puré, budines, rellenos. Evitar los vegetales crudos. Frutas: Todas, preferentemente ralladas, cocidas, sin cáscara, con azúcar, miel, jalea, mermelada o dulce, clara de huevo batida, queso crema, crema de leche, en ensaladas de frutas. También pasas de uva en tortas, rellenos y frutos secos, nueces, avellaneda, almendras, en tortas, rellenos, solos. Cereales: Avena, sémola, fécula de maíz, harina de maíz, preparados con leche. Arroz, fideos con el agregado de aceite o mantequilla, queso fresco rallado, huevo, salsa blanca. Harinas, en masas, tortas dulces, galletas. Galletas o pan: Tostado, con el agregado de miel, manteca y azúcar, con queso, etcétera. Azúcar: Como agregado de todas las preparaciones que así lo permitan. Aceite: Como agregado de preparaciones. Manteca o margarina: Con pan, galletas, en preparaciones saladas, puré, pastas, rellenos, budines y dulces. Crema de leche: En preparaciones saladas (purés, sopas, pastas, budines), dulces como tortas, galletas rellenas, con frutas, licuados, postres como flan, etcétera. Bebidas: Jugos de frutas, licuados, con el agregado de azúcar, crema, miel, leche, etc. Evitar las bebidas con gas y con mucha azúcar cerca del horario de las comidas principales. La posibilidad de ofrecer diferentes grupos de alimentos pueden ayudar al niño a recuperar peso y nutrientes indispensables para garantizarle un buen crecimiento y desarrollo físico e intelectual.
Fecha creación: 09/08/2017
Los dientes son las estructuras mas calcificadas del cuerpo... Autor: Lic. Cristina Maceira Los dientes son las estructuras mas calcificadas del cuerpo y a través de su observación podemos saber como fue tanto el estado nutricional como el metabólico ocurrido durante su formación. Las caries son uno de los procesos patológicos más recurrentes y afectan a más del 90 % de la población. El origen de esta patología tan común resulta de la interacción de 4 factores: 1. Las piezas dentarias, los que poseen fisuras o los que no se presentan correctamente espaciados o alineados, favorecen la producción de caries. 2. El tipo de alimentación que se consume. 3. La presencia de microorganismos, en especial el Streptococus Mutans, que convierten a los hidratos de carbono en ácidos, los cuales inician el proceso cariogénico de los dientes. 4. Los momentos o frecuencia de la ingestión y duración de los productos o alimentos azucarados en la boca. Alimentos que favorecen la aparición de caries El desarrollo de caries dependerá principalmente de la presencia de hidratos de carbono que serán digeridos por los microorganismos. La sacarosa es el carbohidrato más cariogénico, seguida de la glucosa, maltosa, fructosa, lactosa y sorbitol. Los microorganismos como el Streptococus Mutans digieren a la sacarosa produciendo sustancias que se adhieren a la superficie dental junto con bacterias formando lo que se denomina placa dental. Al aumentar la cantidad de microorganismos la placa dentaria comienza a producir ácidos los que causan la desmineralización del esmalte dentario. Los caramelos, confituras, cereales, pan, papas fritas van a permanecer mayor cantidad de tiempo dentro de la boca que los azúcares disueltos en medios líquidos, por lo cual pueden producir mayor cantidad de caries. Alimentos que evitan la aparición de caries Sustitutos del azúcar como el sorbitol o el xilitol presentan propiedades anticariogénicas, debido a que se disuelven rápidamente en la saliva. La saliva ejerce una protección antimicrobiana a los tejitos orales e impide la iniciación del proceso cariogénico. Los chicles y pastillas que contienen xilitol son buenos aliados para la prevención de las caries. En cuanto a los edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sucralosa, sacarina, ciclamato y acesulfame K tienen una capacidad limitada o nula para generar caries. Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir los alimentos: Composición química del alimento: las grasas y proteínas previenen el desarrollo de las caries Consistencia del alimento: los alimentos duros, que se adhieren a la superficie dental, son más cariogénicos que los líquidos por más azucarado que éste sea. Fibra dietética: los alimentos con alto contenido en fibra como, las frutas y los vegetales, ayudan a remover restos de alimentos de gran tamaño en los dientes y estimulan la producción de saliva lo que impide la formación de caries. Prioridad de ingestión de los alimentos: la producción de caries se puede disminuir ingiriendo primero los alimentos cariogénicos (azucarados) y luego los anticriogénicos (alimentos con mayor contenido de grasas, proteínas o edulcorantes artificiales) Hábitos higiénicos: cepillarse regularmente los dietes, utilizar hilo dental y flúor, y hacer los controles periódicos al dentista. Fuente imagen: www.morguefile.com
Fecha creación: 09/08/2017
Según un informe publicado en clinical nutrition. 1) Hasta el 50 por ciento de los pacientes hospitalizados en América Latina están desnutridos.1 2) La malnutrición es una epidemia silenciosa que frecuentemente es muy pasada por alto, no detectada y no tratada. 3) La malnutrición afecta a las personas de todas las edades y condiciones. 2 1. Correia MI, Campos AC, ELAN Cooperative Study. Prevalence of hospital malnutrition in Latin America: the multicenter ELAN study. Nutrition 2003;19(10):823–825. (Estudio Cooperativo de ELAN. Prevalencia de malnutrición en hospitales de América Latina: Estudio multicéntrico ELAN. Nutrición 2013) 2. Kruizenga HM, de Jonge P, Seidell JC et al. Are malnourished patients complex patients? Health status and care complexity of malnourished patients detected by the Short Nutritional Assessment Questionnaire (SNAQ). Eur J Intern Med 2006;17(3):189-194. (¿Los pacientes malnutridos son pacientes complejos? Estado de la Salud y complejidad del cuidado a pacientes malnutridos detectados por Cuestionario Breve de Evaluación Nutricional (SNAQ))
Fecha creación: 09/08/2017
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) publicó el informe "Progreso para la infancia", que advierte de que, a pesar de los avances conseguidos, todavía 6 millones de niños mueren anualmente antes de los cinco años debido a su situación de extrema pobreza. "Progreso para la infancia: más allá de los promedios" es el nombre completo de este documento sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que también señala que 289.000 mujeres pierden la vida todos los años durante el parto y 58 millones de niños y niñas no están matriculados en la escuela primaria. Estas terribles cifras suponen, no obstante, una mejora respecto a 1990, pues el informe concluye que la mortalidad entre los niños menores de 5 años se redujo más de un 50 %, pasando de 90 a 43 por cada 1.000 nacidos vivos, y la mortalidad materna disminuyó un 45%. En este tiempo, alrededor de 2.600 millones de personas obtuvieron acceso a fuentes mejoradas de agua potable y el peso inferior al normal y la malnutrición crónica entre los niños menores de 5 años disminuyeron un 42 % y un 41 %, respectivamente. El Sudeste asiático fue la zona que más redujo la mortalidad infantil (un 75 %) y la región de Latinoamérica y Caribe también se situó por encima de la media, con un 55 % de descenso respecto a 1990. "Los ODM ayudaron a que el mundo consiguiera extraordinarios avances en favor de los niños, pero también nos mostraron a cuántos estamos dejando marginados", dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake. Con vistas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que ahora afronta la comunidad internacional, desde Unicef piden que los niños más desfavorecidos ocupen el lugar central de los nuevos objetivos y metas. "Los Objetivos de Desarrollo Sostenible representan una oportunidad para aplicar las lecciones que hemos aprendido y llegar a los niños más necesitados. Esperemos no tener que avergonzarnos por no haberlo hecho", dijo Anthony Lake. "Más igualdad de oportunidades para la infancia de hoy significa menos inequidad y más progreso para el mundo el día de mañana", añadió. De no ser así, tomando en consideración la tasa actual de progreso y crecimiento, la organización predice que en 2030 habrá 68 millones de muertes adicionales de niños menores de 5 años por causas que, "en su mayoría, son prevenibles". Igualmente, en 2030, 119 millones de niños seguirán sufriendo de malnutrición crónica y 500 millones de personas seguirán defecando al aire libre, con los graves riesgos para la salud infantil que esta práctica conlleva. Asimismo, consideran que todavía quedan casi 100 años para que todas las niñas del África subsahariana terminen su educación secundaria básica. Los ODM fueron ocho propósitos fijados en el año 2000 y firmados por los 189 países miembros de las Naciones Unidas para ser cumplidos en el año 2015. Fuente: Docsalud.com
Fecha creación: 09/08/2017
Según estudio científico realizado en EE.UU los chicos más humildes tienen ese órgano hasta un 6% más pequeño que los de clase alta. Se analizaron 1.099 cerebros. La pobreza y la exclusión social provocan estrés, mala alimentación y depresión. Todo esto ataca a la salud física y mental de las personas que padecen estas circunstancias, pero no sólo eso. El ambiente que deriva de un estado de pobreza puede ejercer un impacto negativo sobre las capacidades intelectuales de los chicos. Los hijos de familias desfavorecidas tienen cerebros hasta un 6% más pequeños que aquellos que viven en núcleos de clase alta. Así lo demuestra un estudio dirigido por las neurocientíficas Kimberly Noble, de la Universidad de Columbia (Nueva York) y Elizabeth Sowell, del Hospital de Niños de Los Angeles (California), quepretende entender las causas biológicas que se esconden detrás de esta realidad. Para ello analizaron 1.099 cerebros de personas de entre 3 y 20 años, de familias que ganaban entre menos de 4.500 y más de 273.000 anuales. Para ello, y teniendo en cuenta que en los Estados Unidos las familias más pobres proceden de grupos étnicos minoritarios, establecieron una pauta genética para cada individuo. Así, los efectos producidos por la pobreza no se entremezclarían con las características étnicas. El análisis, realizado mediante resonancia magnética, se focalizó en la superficie cortical del cerebro, que es donde se dan lugar actividades cognitivas como el desarrollo del lenguaje, la memoria o la imaginación. Estudios previos han demostrado que esta parte va aumentando su tamaño durante la infancia y la adolescencia a medida que el cerebro se desarrolla. “Por lo tanto, se muestra como un buen indicador de las capacidades intelectuales”, explica a Big Vang Suzanne Houston, una de las autoras del estudio. El desarrollo de esta parte del cerebro viene determinado, en gran medida, por las experiencias o circunstancias vitales. “Una mala educación, falta de estímulo o acompañamiento en el aprendizaje, o un contexto desagradable como un ambiente estresado y una alimentación desequilibrada, son factores que sin duda tienen que ver con la pobreza y coartan el desarrollo cerebral”, comenta Natalie Brito, otra de las investigadoras del equipo. “Está claro que la alimentación es clave para el cerebro”. En relación a esto, el trabajo demuestra que las habilidades intelectuales están estrechamente ligadas con factores socioeconómicos. Una diferencia de pocos miles de dólares entre las familias de rentas más bajas cambian las condiciones de vida de los niños, por lo que se producen incrementos significativos en las capacidades cognitivas, como un mejor uso del lenguaje y una toma de decisiones más rápida. Pero la misma diferencia de renta, en familias de clase alta no genera proporcionalmente las mismas mejoras. El estudio, publicado el 30 de marzo en "Nature Neuroscience", contempla que la epigenética -la modificación del ADN causada por factores ambientales- también puede ser un factor a tener en cuenta. El estrés o la depresión coartan un buen desarrollo intelectual y podrían ser transmitidos de generación en generación. Aun así, Houston reitera la importancia de remarcar que esta situación puede ser reversible: “La plasticidad del cerebro nos hace pensar que, a través de un incremento de la atención a los niños o mejoras en la alimentación, se pueden reducir o eliminar las diferencias cerebrales”. En este sentido, el trabajo acaba resaltando la importancia política que pueden llegar a tener estos datos. “Como científicos y como parte de la sociedad, investigamos cómo mejorar la situación de estas familias en ambientes desfavorecidos”, asegura Brito. En esta línea, Houston espera que el estudio sirva de base empírica para la creación de medidas y reformas antipobreza que mejoren la situación de los niños. “Algo tan simple como disminuir el estrés, puede crear una gran diferencia”. Fuente: Proyecto Salud
Fecha creación: 09/08/2017
La consulta con el profesional es muy importante. La licenciada Cristina Maceira nos detalla qué alimentos no pueden faltar para recuperar peso. Autor: Lic. Cristina Maceira Cuando se produce algún grado de desnutrición en los niños, es necesario agregar más nutrientes y calorías en poco volumen de comida. Para ello es importante conocer, cuáles son los alimentos para el tratamiento de la desnutrición infantil, que deben ser incluidos en una dieta hipercalórica e hiperproteica contra esta deficiencia alimentaria. La desnutrición puede ser ocasionada por la falta de alimentos, o también puede encontrarse, como consecuencia secuandaria a alguna patología, como cáncer, tumores, enfermedades autoinmunes, enfermedad tiroidea, etc. La elección de los alimentos es importante, por o cual debe realizarse detalladamente: Leche: Entera, se le puede agregar azúcar, fécula de maíz, sémola, huevo, clara de huevo batida, crema de leche, en forma de licuados de frutas, con arroz, cereales, en flanes y postres de leches. Se puede agregar leche en polvo a distintas preparaciones (rellenos, budines, licuados, postres, etc). Yogur: Entero con frutas, con cereales, crema, con el agregado de azúcar, miel, crema, etc. Quesos: solos o mezclados en preparaciones, postres, etc Huevo: Entero, con arroz, mezclado en puré, en budines, salsa blanca, en la sopa, picado en distintas preparaciones. Batido a punto nieve con azúcar, en postres, con frutas, en licuados, merengue, entre otros. Carne: De vaca, pollo o pescado, preferentemente picada o cortada en trozos pequeños, mezclados con puré, sopas y huevo. También en rellenos, albóndigas, hamburguesas caseras, etc. Vegetales: Todos, preferentemete papa, batata, maíz, zanahoria. Calabaza, cocidos con agregado de aceite o crema, salsa blanca, huevo, queso tipo crema, en puré, budines, rellenos. Evitar los vegetales crudos, dan mucha saciedad y el aporte calórico y proteico es bajo. Frutas: todas, preferentemente ralladas, cocidas, sin cáscara, con azúcar, miel, jalea, mermelada o dulce, clara, queso crema, crema de leche, en ensaladas de frutas. También pasas de uva, frutas deshidratadas tipo orejones, frutas secas como nueces, avellaneda, almendras, en tortas, rellenos, solos. Cereales: Avena, sémola, fécula de maíz, harina de maíz, preparados con leche. Arroz, fideos con el agregado de aceite o crema, queso fresco rallado, huevo, salsa blanca. Harinas, en masas, tortas dulces. Azúcar y miel: Como agregado de todas las preparaciones que así lo permitan. Aceite o crema de leche: Como agregado de preparaciones.
Fecha creación: 09/08/2017
El riesgo de mortalidad es de casi el doble para las personas excesivamente delgadas. Se dice que no se puede ser ni demasiado rico ni demasiado delgado, pero una nueva investigación sugiere lo contrario. Las personas que tienen un peso demasiado bajo desde el punto de vista clínico se enfrentan a un riesgo mayor de fallecimiento que las personas obesas, muestra el estudio. En comparación con las personas con un peso normal, las excesivamente delgadas tienen casi el doble de riesgo de muerte, concluyeron los investigadores después de revisar más de 50 estudios previos. La obesidad ha estado en el foco de atención de la salud pública, pero "tenemos [la] obligación de asegurarnos de que evitamos que se produzca una epidemia de adultos y fetos con un peso demasiado bajo que, de otra forma, tendrían un peso adecuado", planteó el líder del estudio, el Dr. Joel Ray, investigador médico en el Hospital St. Michael de Toronto. Los hallazgos aparecen en la edición del 28 de marzo de la revista Journal of Epidemiology and Community Health. Los estudios incluidos en el análisis realizaron un seguimiento a personas durante 5 años o más y se centraron en las asociaciones entre el IMC (el índice de masa corporal, un indicador clave de un peso saludable) y las muertes relacionadas con cualquier causa. El equipo de Ray también observó las tasas de mortalidad relacionadas con los patrones de peso de los recién nacidos y los fetos. Se descubrió que los pacientes con peso excesivamente bajo de todas las edades (los que tienen un IMC de 18.5 o inferior) tenían un riesgo 1.8 veces más alto de riesgo de morir que los pacientes con un IMC normal (entre 18.5 y 25.9), según el estudio. En contraste, los pacientes obesos (los que tienen un IMC de entre 30 y 34.9) se enfrentan a un riesgo 1.2 veces más alto de morir que los pacientes con un peso normal. Los pacientes con obesidad grave (los que tienen un IMC de 35 o superior) se enfrentan a un riesgo 1.3 veces mayor. Ray señaló que es importante tener en cuenta el peso corporal saludable cuando se aborda la epidemia de obesidad. "El IMC refleja no solo la grasa corporal, sino también la masa muscular. Si queremos continuar usando el IMC en las iniciativas de atención sanitaria y de salud pública, tenemos que darnos cuenta de que un individuo robusto y sano es alguien que tiene una cantidad razonable de grasa corporal y también suficiente hueso y músculo", señaló Ray en un comunicado de prensa del hospital. "Si nuestro foco se centra más en las enfermedades del exceso de grasa corporal, entonces tenemos que reemplazar el IMC por una medida adecuada, como la medición de la circunferencia de la cintura". Los factores típicos vinculados con un riesgo más alto por tener un peso demasiado bajo incluyen malnutrición, consumo de drogas o alcohol, fumar, pobreza y problemas de salud mental. Fuente: Intra Med
Fecha creación: 09/08/2017
Se diagnostica midiendo la circunferencia de la parte superior del brazo. Si estos niños no reciben los cuidados médicos y nutricionales correctos suelen morir. Unos 20 millones de niños en todo el mundo padecen malnutrición severa aguda, una situación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca paliar con nuevas directrices para su tratamiento, como la hospitalización inmediata, alimentación con leche de fórmula fortificada y uso de antibióticos. Estas nuevas directrices, que sustituyen a las de 1999, son recomendaciones clave para que sean incluidas en los planes de salud nacionales, ya que, según la OMS, muchos de ellos no tienen en cuenta las necesidades específicas de estos niños. "Si estos niños no reciben los cuidados médicos y nutricionales correctos suelen morir", señaló hoy en Ginebra, en una rueda de prensa, el director del departamento de nutrición para la salud y el desarrollo de la OMS, Francesco Branca. La malnutrición severa grave es el mayor grado de desnutrición que un niño puede padecer yse diagnostica cuando la circunferencia de la parte superior del brazo mide menos de 115 milímetros. En cuanto al tratamiento basado en antibióticos, la OMS recomienda ahora que se restrinjan a los menores de cinco años con malnutrición severa grave, que son los que tienen el sistema inmune más debilitado y son más propensos a infecciones. Indicaron que el uso generalizado de antibióticos en los niños que no los necesitan puede hacer que las infecciones se vuelvan resistentes a los tratamientos. Sin embargo, los pequeños que no presenten complicaciones médicas evidentes y sean capaces de comer por sí mismos pueden seguir un tratamiento a base de comida terapéutica desde sus casas, con lo que se evitará exponer a los niños al riesgo de infecciones y enfermedades hospitalarias. Otra de las directrices que cambió la OMS se refiere al tratamiento de los niños gravemente desnutridos con VIH, ya que en 1999 los tratamientos antirretrovirales no estaban muy avanzados y había escasa disponibilidad de este tipo de fármacos. En la actualidad, el acceso a estos medicamentos mejoró, por lo que aconsejan hacer pruebas rutinarias de detección de la enfermedad en los países donde es más común, además deempezar los tratamientos para VIH en niños con el virus combinados con alimentos especiales y antibióticos. Otro grupo a los que la OMS se refiere por primera vez en estas directrices son los niños menores de seis meses, para los que recomienda una nutrición basada en el uso exclusivo de leche materna, que proporciona una óptima protección contra infecciones. La organización pone especial énfasis en los bebés gravemente desnutridos e insta a los servicios de salud a dar un apoyo especial a las madres que no pueden amamantar a sus hijos, proporcionándoles leche de fórmula y ayuda para prepararla de forma segura. Fuente: Proyecto Salud
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