Embarazo
Última actualización: 08/08/2017Quedarse embarazada no solo provoca cambios hormonales y adaptaciones biológicas sino también cambios en el cerebro. Te contamos cuáles son. Los cambios hormonales y biológicos están más que analizados, pero las consecuencias del embarazo sobre el cerebro ciertamente son poco conocidas. Ahora, una investigación liderada por la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de Investigación del Hospital del Mar (España), pone en evidencia que la maternidad biológica altera el cerebro de la mujer mejorando sus habilidades para cuidar del bebé y dejando intactas sus capacidades intelectuales. Así, el estudio comparó mediante imágenes por resonancia magnética la estructura del cerebro de un grupo de 25 mujeres antes y después de dar a luz su primer hijo así como de sus parejas y un grupo de control formado por 20 mujeres que no estaban y que no habían estado embarazadas y las parejas hombres de 17 de ellas. El seguimiento se realizó durante más de 5 años. El análisis de sus cerebros demostró que el primer embarazo reduce el volumen de la materia gris del cerebro en zonas implicadas en las relaciones sociales: en la línea media cortical anterior y posterior, así como en regiones específicas de la corteza prefrontal y temporal de las embarazadas. Se trata de la primera investigación que demuestra que el embarazo produce cambios en el cerebro y que estos se mantienen al menos dos años después del parto. El estudio fue, por tanto, capaz de saber si una mujer de la muestra había estado o no embarazada en función de los cambios en el volumen de estas áreas del cerebro. Eso sí, la reducción en la materia gris fue exclusivo de las embarazadas y no de las mujeres del grupo de control. El embarazo no supuso cambios en la memoria ni en otras funciones intelectuales, por lo que los investigadores creen que la pérdida de sustancia gris no implica ningún déficit cognitivo, más bien todo lo contrario, para favorecer un procesamiento mental más maduro y eficiente. "Los resultados apuntan a que esta plasticidad cerebral inherente al embarazo tiene un fin evolutivo destinado a que la madre infiera eficientemente las necesidades de su bebé", explica Erika Barba-Müller, coautora del trabajo. Las conclusiones se han publicado en la revista Nature Neuroscience. Fuente: Muy interesante
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