Adultos mayores
Última actualización: 09/08/2017Se ofrece en forma de píldoras que prometen lograr una piel más tersa y luminosa. Sin embargo, no hay evidencia científica de que sea efectivo consumirlo de esta forma. Es un componente de la piel muy importante porque ayuda a formar fibras y redes. A partir de los 25 años el cuerpo reduce su síntesis (se estima que comienza a perder el 1,5 por año) y a los 40 produce la mitad que en la adolescencia. Según la teoría científica un suplemento natural para combatir esta pérdida es la gelatina. Un molido de huesos, cartílagos, tendones, pezuñas y piel de distintos animales, que se considera un alimento sano. “Es liviana para el estómago, altamente saciadora, aporta pocas calorías y es una fuente de colágeno”, dice el nutricionista David Fernández, y explica que su versión natural (no la industrializada que aporta también azúcar y conservantes) ayuda a fortalecer la piel -formada en un 75 por ciento de esta proteína-, además de regenerar los tejidos conjuntivos, como músculos, tendones y ligamentos, que poseen un 80 por ciento de colágeno. Un beneficio similar al que logra la gelatina es a lo que apuntan los suplementos de colágeno hidrolizado, considerados por revistas internacionales especializadas en belleza, por ejemplo Allure, como una píldora antiaging. Sin embargo, expertos en dermatología explican que cuando esta proteína viene del exterior, la piel no la absorbe bien. La doctora Adriana Raimondi, especialista en Dermatología y directora del centro DYME afirma que “lo del colágeno es algo sin evidencia científica comprobada, así como también el ácido hialurónico por vía oral”. “Es muy difícil lograr una absorción digestiva de estas sustancias, sin ruptura de la molécula en ese proceso”, agrega Raimondi. El colágeno es sintetizado de manera natural por el organismo, pero múltiples factores reducen su producción: el paso del tiempo, la genética, la contaminación, los radicales libres, la exposición a los rayos UV y la disminución de los estrógenos, entre otros. Por eso, la pérdida se acentúa con la menopausia y afecta más a las mujeres que a los hombres. Fumar y consumir alcohol con regularidad tampoco ayudan. Ambos hábitos aceleran la diminución de colágeno y, por ende, el envejecimiento cutáneo. Así es como su pérdida se le atribuye al inevitable proceso de envejecimiento natural y nada puede hacerse para evitarlo. La doctora Raimondi afirma que “los suplementos dietarios complementan los hábitos saludables, la buena alimentación y la actividad física” pero que “No se puede alimentar la falsa creencia de que tomando una pastillita vamos a rejuvenecer” concluye. Para finalizar, es importante tomar con cautela el consumo de esta sustancia en forma de comprimido dado que no hay resultados comprobables que demuestren su eficacia pero sí puede ingerirse si es combinado con otros productos como antioxidantes y vitaminas y es importante revisar si las cremas cuentan con este componente y otros como retinoides y vitamina A para estimular su producción y lograr así una piel más sana y tersa. Autor: Lic. Gimena Rubolino con asesoramiento de la Doctora Adriana Raimondi, especialista en Dermatología.
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